Dolor de Rodilla por tendinitis
Son varios los factores que aumentan el riesgo de desarrollar tendinitis de rodilla, aunque generalmente surge de la combinación de varios de factores. A continuación, repasaremos los más importantes: Obesidad: dada su localización clave en las piernas esta articulación se ve directamente sobrecargada en situaciones que conlleven un peso excesivo. Artrosis: degeneración de la rodilla “por uso y desgaste” por la edad o factores hereditarios. Deportes tales como fútbol o baloncesto
Síntomas
Cuando tenemos una tendinitis se manifiesta un dolor en el lugar concreto que se inserta el músculo en el hueso y que puede limitar las funciones del músculo del que forma parte. Dependiendo de la zona en la que se encuentre la tendinitis el dolor puede localizarse en una zona u otra: Tendinitis de la pata de ganso: el dolor se sitúa en la parte anterior e interna de la tibia a nivel de la rodilla, además es frecuente que se asocie a dolor en el territorio de los músculos y que generalmente se hace más intenso al pasar de posición de sentado a de pie. La tendinitis rotuliana: el dolor se produce a través de gestos cotidianos como andar, sentarse, levantarse y se en la zona entre la rótula y el lugar de inserción con la tibia (espinilla). Generalmente el dolor al inicio del proceso solo se manifiesta al hacer ejercicio, sin embargo, si evoluciona puede ya manifestarse en reposo y ser muy incapacitante. Tendinitis cuadricipital: el dolor suele ser presentarse en la parte superior de la rótula, que es donde se inserta el tendón. Puede ser un problema si no se trata y se ponen los medios adecuados pues puede asociarse con roturas del tendón y calcificaciones.
Prevención del dolor de rodilla por tendinitis
Fortalecimiento muscular Ejercicios de cuádriceps, isquiotibiales, glúteos y core para soportar mejor la rodilla. Mejora la absorción de impactos y reduce tensión sobre los tendones. 2. Estiramientos y movilidad Estiramiento de cuádriceps, isquiotibiales, gemelos y aductores. Movilidad de rodilla y cadera para mantener rango de movimiento y reducir rigidez. 3. Actividad física adecuada Ejercicios de bajo impacto: bicicleta, natación, caminata. Evitar sobrecarga repetitiva sin descanso o técnica incorrecta. 4. Calentamiento y progresión Realizar calentamiento previo antes de deporte o ejercicio intenso. Incrementar intensidad, duración o peso de manera gradual. 5. Técnica y ergonomía Evitar saltos, carreras o sentadillas con técnica inadecuada. Mantener alineación de rodilla, cadera y pie en ejercicios y deporte. 6. Calzado y superficies Usar calzado que absorba impactos y mantenga estabilidad. Evitar correr o entrenar en superficies muy duras o irregulares. 7. Hábitos saludables Mantener peso saludable para no sobrecargar rodilla y tendones. Descansar adecuadamente y evitar entrenar con dolor.
Tipos de dolor en tendinitis de rodilla
Dolor localizado Se percibe en el área del tendón afectado (rotuliano, cuadricipital, pata de ganso, isquiotibiales). Sensible al tacto o presión directa sobre el tendón. Dolor mecánico o de esfuerzo Aparece o aumenta con actividad física específica: saltos, correr, subir escaleras, agacharse. Mejora parcialmente con reposo. Dolor agudo o punzante Sensación de pinchazo al realizar movimientos bruscos o sobrecargar el tendón. Dolor sordo o persistente Molestia constante de intensidad moderada durante el día, especialmente al final de la jornada o tras actividad física. Dolor irradiado leve Puede extenderse hacia muslo o zona proximal de la rodilla, pero no sigue trayecto nervioso.
Los tratamientos deben de ser multidisciplinares y abarcar un espectro de tratamientos que se enfoquen en corregir los factores que favorecen el desgaste del tendón, tratamientos que promuevan la recuperación de este y pautas de fisioterapia para fortalecer y corregir actitudes inadecuadas. Tratamientos médicos intervencionistas: Tratamientos como la medicina regenerativa (plasma rico en plaquetas / sueros ricos en citoquinas/ células madre) permitirán disminuir el dolor y favorecer la recuperación del tendón. Tratamientos con ácido hialurónico: al igual que la medicina regenerativa disminuye el dolor y favorece la recuperación del tendón. Fisioterapia: metodología basada en el conocimiento y razonamiento clínico en la que, combinando técnicas y tratamientos manuales e invasivos, siempre asociados a tecnología vanguardista, nos permite acelerar los procesos de recuperación. Entre otros dispositivos de tecnología vanguardista cabe mencionar la Magnetolith, SIS, ondas de choque focales e Indiba, entre otros. Esta combinación terapéutica nos permite activar precozmente al paciente para comenzar con una rutina y un proceso de ejercicios terapéuticos específicos que nos permiten potenciar y fortalecer los patrones funcionales perdidos.
Diagnóstico y valoración
Será necesaria una correcta evaluación médica por medio de una buena anamnesis, exploración física. La visión multidisciplinar es fundamental para realizar un abordaje integral (requiriendo la intervención de profesionales en biomecánica, podología y fisioterapia), personalizado, enfocado en detectar los factores que conllevan la sobrecarga del tendón y valorar si la lesión es exclusivamente una tendinopatía, si existe rotura o si hay calcificaciones asociadas. Pruebas complementarias Radiografía y/o resonancia magnética.
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